Es una idea que sigue muy viva entre los neopatónicos de los siglos venideros, así como en los textos herméticos y en el gnosticismo.

En estos textos se nos describe la octava esfera, ligada a los signos zodiacales, como el lugar al que van a parar las almas liberadas, una vez superadas las siete esferas planetarias.

Este concepto lo encontramos en autores tan dispares como San Juan – en el Apocalipsis – y Cicerón, cuando comenta el famoso sueño de Escipión.

En esta ponencia quiero exponer e interpretar las diferentes doctrinas sobre la octava esfera vigentes en la época en que se fragua el sistema astrológica tal y como lo conocemos hasta hoy.

Esto nos permitirá entender el contexto metafísico en que se ubicaba la astrología, y sus implicaciones sobre la cuestión del destino humano y la liberación del alma.

Estas especulaciones sobre la octava esfera explican tambión el uso natural de un zodiaco sidéreo. Desde un punto de vista cosmológico, resulta que después de la revoución copernicana es precisamente este zodiaco el que nos «devuelve» la noción de un plano de existencia que transciende las siete eferas de los «arcontes» planetarios.